la campana de las ánimas

Ahora que llega el Día de los Difuntos, o Halloween, según lo que ustedes celebren, me gustaría contar una curiosa historia que nos ocurrió a Sara y a mí, hace dos años por estas mismas fechas. Les cuento.


Todo comienza con un viaje a finales de junio, visitando La Alberca, un precioso pueblo donde parece que el tiempo se haya detenido, situado en la Sierra de Francia, en Salamanca. Paseando por sus viejas y ajadas callejuelas, entramos en una tienda de antigüedades.


Como yo siempre ando buscando instrumentos viejos o del folklore, me topé con una campanita de bronce que sonaba bastante bien, por lo que nos decidimos a comprarla.


Pasó el verano y llegó el otoño. Nos habían contratado para un concierto que coincidía con la noche de difuntos. Era en una pequeña ermita en Lagoa, un pequeño pueblo del Algarve portugués.


Preparando el concierto nos dijimos: “al ser la noche de difuntos, podríamos empezar interpretando una Danza Macabra y explicamos que era un género artístico medieval muy apropiado en estas fechas”.


Y así fue. Preparamos una pequeña introducción donde tocando la famosa campanita de bronce, -comprada meses antes-, empezamos el concierto, interpretando algunas “danzas macabras” o “danzas de la muerte”.

Concierto en Lagoa. Introducción de una "Danza Macabra".
Concierto en Lagoa. Introducción de una "Danza Macabra".

Toda esta historia no tendría nada de especial si no fuera porque a los pocos días, al llegar a casa, escuchábamos un famoso programa de radio, donde hablaban de la “noche de difuntos” y las viejas costumbres que se siguen realizando en algunos pueblos de España. Entonces, sonó el nombre de un pueblo: La Alberca. Y de un objeto especial: la “Campana de las Ánimas”. Resulta que las ancianas de este viejo lugar, pasean durante la noche de difuntos por las oscuras calles, tocando unas campanitas de bronce para despertar a las ánimas.

"Moza de Ánimas", en la noche de los difuntos, en La Alaberca. Fuente: http://jmnavia.blogspot.com.es
"Moza de Ánimas", en la noche de los difuntos, en La Alaberca. Fuente: http://jmnavia.blogspot.com.es

Y nosotros, sin saber esta tradición, habíamos hecho lo mismo: habíamos adquirido una campana que sonaría en la noche de difuntos, para interpretar una danza de la muerte. ¿Casualidades? Al menos es algo curioso que nos gusta contar de vez en cuando y especialmente, en fechas como las de estos días.


Por cierto, aquel día en la iglesia, durante el concierto, no se nos apareció ningún ánima en pena. Lo que no sabemos es si en la distancia, en la Alberca, algún espíritu la escucharía y se pasearía por sus viejas calles, hasta el alba. Por si acaso, como esta vez no tenemos concierto, vamos a dejarla quietecita… ¿O la tocamos a media noche? mmm… Me pica la curiosidad…

"Danzas de la Muerte". Fragmento del Totentanz, conservado en la biblioteca de Heidelberg, (Alemania).
"Danzas de la Muerte". Fragmento del Totentanz, conservado en la biblioteca de Heidelberg, (Alemania).

Anexo: Las Danzas Macabras o Danzas de la Muerte

 

La representación artística de la Muerte surgió a finales del siglo XIV, como alegoría de la debilidad de nuestras vidas frente a la Parca, tras una serie de brotes de epidemias, conocidas como la Peste Negra, que diezmaron masivamente la población europea. Es en ese tiempo cuando surgen las Danzas Macabras o Danzas de la Muerte, un género artístico cultivado por poetas, pintores y músicos, donde el tema principal es la muerte. La Muerte la representan como esqueletos que bailan y nos invitan a entrar en sus tumbas. Están representados todos los personajes y oficios, ya que la muerte nos iguala a todos: ricos y pobres.

 

Uno de estos libros que podéis ver online es el Totentanz de Heidelberg (Alemania)